29/10/11

CARTA DE HENRY MILLER A ANAÏS NIN

Quiero decir que no puedo ser absolutamente leal, no está dentro de lo que soy capaz. Me gustan las mujeres, o la vida, demasiado… No sé cual de las dos cosas. Pero ríe, Anaïs. Me encantaría oírte reír. Eres la única mujer que tiene un sentido de la alegría, una sabia tolerancia; no, es más, parece que me instas a que te traicione. Por eso te amo. Y ¿qué es lo que te lleva a hacer eso, el amor? Es hermoso amar y ser libre al mismo tiempo.

No sé lo que espero de ti, pero es algo parecido a un milagro. Te voy a exigir todo, hasta lo imposible, porque me animas a ello. Eres realmente fuerte. Me gusta incluso tu engaño, tu traición. Me parece aristocrático (¿suena inapropiada la palabra aristocrático en mi boca?).
Sí, Anaïs, pensaba en como traicionarte, pero no puedo. Te deseo. Quiero desnudarte, vulgarizarte un poco… no sé, ay, lo que me digo.


Estoy un poco bebido porque tú no te encuentras aquí. Me gustaría dar una palmada y Voilà, ¡Anaïs! Quiero que seas mía, usarte, follarte, enseñarte cosas. No, no siento aprecio por ti, ¡no lo permita Dios! Tal vez quiera hasta humillarte un poco, ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué no me arrodillo ante ti y te adoro? No puedo, te amo alegremente ¿Te gusta eso? Y querida Anaïs, soy tantas cosas. Ves solamente las cosas buenas ahora, o al menos eso es lo que me haces creer. Quiero tenerte al menos un día entero conmigo. Quiero ir a sitios contigo, poseerte. No sabes lo insaciable que soy, ni lo miserable; además de egoísta.

Me he portado bien contigo. Pero te advierto, no soy ningún ángel. Pienso principalmente que estoy un poco borracho. Me voy a la cama; resulta demasiado doloroso permanecer despierto. Soy insaciable. Te pediré que hagas lo imposible. No sé lo que es. Probablemente tú me lo dirás. Eres más rápida que yo. Me encanta tu coño, Anaïs, me vuelve loco. Y tu manera de pronunciar mi nombre. ¡Dios mío, parece irreal! Escucha, estoy muy ebrio. No soporto estar aquí solo. Te necesito. ¿Puedo pedírtelo todo? Puedo ¿Verdad? Ven enseguida y fóllame.

Descarga conmigo. Rodéame con las piernas. Caliéntame.


2/10/11

TODAVÍA



Todavía
tengo el fuego que me regalaste
dentro de mí
y el tatuaje en mis piernas que dice que es cierto
que ocurrió
que fue ráfaga y lluvia

No hay modo de ocultarlo
quiero más
deslizarme en la oscuridad para beberte
delirar en la asfixia del beso infinito
 
Todavía siento el rastro de tus manos en mi espalda
y quiero más
de esta pasión de ciegos y locos
de estas ganas de ser  cueva y signo

Todavía me toco y sigo pensando en ti


10/7/11

CARTA DE ANAÏS NIN A UN COLECCIONISTA



Querido coleccionista:

Le odiamos. La sexualidad pierde su fuerza y su magia cuando se hace explícita, automática, exagerada; cuando se convierte en una obsesión mecánica, llega a ser aburrida.

Usted nos ha enseñado mejor que nadie lo erróneo que es no combinarla con la emoción, la sed, el deseo, la lujuria, los antojos, los caprichos, los lazos personales, las relaciones más profundas que cambian su color, su sabor, sus ritmos y sus intensidades.

 No sabe usted lo que se pierde con su análisis microscópico de la actividad sexual y la exclusión de todo lo demás, sin el combustible que la enciende: lo intelectual, lo imaginativo, lo romántico, lo emotivo.

Es todo esto lo que da a la sexualidad sus sorprendentes texturas, sus sutiles transformaciones, sus elementos afrodisiacos. Usted reduce el mundo de sus sensaciones. Lo está marchitando, lo hace pasar sed, lo deja sin sangre... No hay dos pieles que tengan la misma textura, nunca hay la misma luz, ni la misma temperatura ni las mismas sombras, ni tampoco el mismo gesto; porque el amante, cuando está encendido por un verdadero amor, puede recorrer la interminable historia de tantos siglos de cuentos de amor. Una enorme gama, enormes cambios de época, variaciones de madurez e inocencia, perversidad y arte, animales graciosos y naturales.

 Nos hemos sentado para charlar durante horas preguntándonos qué aspecto debe tener usted. Si usted ha cerrado sus sentidos a la seda, la luz, el color, el olor, el carácter, el temperamento; usted debe estar ahora completamente apergaminado. Hay muchísimos sentidos secundarios que fluyen como afluentes de la corriente principal del sexo, alimentándola. Sólo la unión de los latidos del sexo y del corazón puede crear el éxtasis.

25/6/11

SE MIRAN, SE PRESIENTEN...


Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangunlan, se aprietan, se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehúyen, se evaden y se entregan.

21/5/11

TANTO VIENTO (con versión al inglés)




Tanto viento como para volar
por lo menos papalotes
solo así se espantan las pesadillas
cuando una gota en el sepulcro
es la vida
cuando el sol queda sitiado
en el solar lunar
y la médula espiral se derrama
cada sucia campanada

Hasta la madre del huérfano infinito
Hasta atrás como cola de perro rabioso
Cánticos mejor que cantos y cantatas
Oh intestinales coros los cantares las canciones
Mis sesos como fuente de seminales cementerios

Tanto viento como para volar
aunque sea de a mentirillas
químicamente
rutilante estrella rota y ciega
navegante
frágil sueño de orugas
sin esperanza en las metamorfosis
con cirrosis con trombosis
cuando solo queda un precipicio
para llegar al principio

-Vamos Señor oficial de la noche
con todo el respeto imposible
le cambio la infracción por la rima
el desacato por un soneto improvisado
su prueba de antidopaje en un volado
que todo lo vale la libertad-

Tanto viento como para volar
y yo sin velas ni timón
Tanto viento y yo aquí
en la tierra
Ah
tonto y lento

de mí

**

TANTO VIENTO (Versión al inglés por Mr. Gugul)

Both wind to fly
at least kites
just so frightened nightmares
when a drop in the grave
is life
when the sun is under siege
in the solar lunar
and spinal spiral spills
every dirty campaign
Even the mother of the orphan infinite
Far back as rabid dog's tail
Best singing songs and cantatas
Oh intestinal choirs Songs songs
My brain as a source of seminal cemeteries

Both wind to fly
albeit in a white lies
chemically
broken and blind bright star
navigator
Tracked fragile dream
hopeless in the metamorphosis
with cirrhosis with thrombosis
when one is a cliff
to get to the top

"Let's official Lord of the night
impossible with all due respect
I change the offense for rhyme
contempt by an improvised sonnet
its anti-doping test flown in a
that all freedom-voucher

Both wind to fly
and I without sail or rudder
Much wind and I'm here
on earth
Ah
dumb and slow
Me


*

5/5/11

UNA Y OTRA VEZ


Hace una noche fui penetrada
lentamente
mi deseo fue líquido
una y otra vez

una
y
otra
vez

Somos tan distintos baby
pero no me importa
sólo quiero lamer tu sombra
y desmayar contigo
dentro de mí

Átame a tu cama
para que volemos juntos
amárrame a tu cuerpo
para beber de ti

Sí, somos tan distintos baby
pero sólo quiero desnudarme
para que me des
lo que tú sabes darme

Te digo esto
porque quiero repetirlo
sobre ti:
derramarme
disolverme
una y otra vez

una
y
otra
vez

6/4/11

NOS DESNUDAMOS TANTO


Nos desnudamos tanto
hasta perder el sexo
debajo de la cama,

nos desnudamos tanto
que las moscas juraban
que habíamos muerto.

Te desnudé por dentro,
te desquicié tan hondo
que se extravió mi orgasmo.

Nos desnudamos tanto
que olíamos a quemado,
que cien veces la lava
volvió para escondernos.


II

Me hiciste tanto daño
con tu boca, tus dedos,
me hacías saltar tan alto

que yo era tu estandarte
aunque no hubiera viento.
Me desnudaste tanto

que pronuncie mi nombre
y me dolió la lengua,
los años me dolieron.

Nos desnudamos tanto
que los dioses temblaron,
que cien veces mandaron
las lavas a escondernos.


III

Te frotabas tan rápido
los senos que dos veces
caí en sus remolinos,

movías el culo lento,
en alto, para arrearme
a su negra emboscada,

su mediodía perenne.
Abrías tanto su historia,
gritaba su naufragio...

Nos desnudamos tanto
que no nos conocíamos,
que los dioses mandaron
la lava a reinventarnos.


IV

Te desmentí de cabo
a rabo devolviéndote
a tus primeros actos,

te escudriñé profundo
hasta escuchar la historia
amarga de tu cuerpo,

pues sólo el amor sabe
cómo llegar tan hondo
sin molestar la sangre.

Esa noche la lava
mudó si paisaje en piedra.
Tú y yo fuimos lo único
que se murió de veras.


_______________________________
En Pompeya, entre otros cuerpos petrificados por las lavas y cenizas de la erupción del Vesubio (año 79), se conservan los de un hombre y una mujer en el acto amoroso.

27/12/10

ALBERGUE TRANSITORIO


Caminamos sin importar el tiempo
antes y después

Bebimos en la esquina de la predestinación
y recibí el beso cinemascope tan esperado

El mundo quedó suspendido por  unas horas
en el albergue de los mandalas graffiteados

Descubrí nuevamente mi piel bajo tus manos
y escuchamos esa vieja tonada de idilios imposibles

Caminamos de la mesa a la cama
y viceversa
y viceversa

Mi corazón se acercó a tu vida viajera
y reventó en luces multicolores

Noche mágica donde no hubo miedo
sólo esta pasión concentrada
de ser quién somos

Madrugada del sur
Madrugada de amor urgente
y luna llena

16/10/10

LUCÍA (2a. parte)

Sí, sí, por contradictoria y siniestra que te parezca; lo fuerte, lo distinto, es lo que me atrae.  Yo sé que a ti también te podría pasar lo mismo, la repulsión suele ser una débil máscara para encubrir el hambre de placeres que habita en cada uno de nosotros.  

Sin embargo, cuando convencí a Mateo de conocer en persona a Espejel, liberamos los demonios de una vez y para siempre.  Sé que es muy tarde para arrepentirme por haber insistido en disfrazarme de Sheila para ir a ese encuentro. 

Lo que sobrevino después fue  un tropel de sucesos locos y confusos.


Fui a la cita disfrazada de Sheila –pupilentes azules, peluca rubia, vestimenta de colegiala- y me entrevisté con un hombre que resultó ser sólo un emisario de Espejel.   Este sujeto llevaba por escrito una propuesta del Elías verdadero.  La transcribo tal cual, para que trates de imaginarte el porqué de los contradictorios sentimientos de pavor y fascinación que sentí al leerla.

            Exaltaré tu sed oculta de ser domada, humillada, poseída. Comprenderás que estoy mucho más cerca de ti de lo que creías. Puedo decirte que te elegí por esa pretensión tuya de ocultar la mujer sumisa que llevas dentro, te conozco bien y seré yo quién determine tu futuro: las acciones de tu vida -desde hoy están bajo mi control. Éstas son las instrucciones para nuestros próximos encuentros:
Aparecerás siempre desnuda – debes estar depilada, en caso de no estarlo debes hacerlo a la brevedad posible- o vestirás únicamente las prendas que yo te ordene debajo de tu ropa normal de calle. Nunca analices mis órdenes, no las proceses, sólo CÚMPLELAS;  siempre te dirigirás a mí como SEÑOR. Éstas son sólo mis primeras indicaciones: debes estar atenta para lo que sigue. 
No digas nada de esto a nadie, nada de avisarle a tu hermana o a tu querido Mateo, si lo haces podrías provocar mi furia y por lo tanto, la muerte de Doña Laura, tu linda madre. El círculo se está cerrando. Yo sé todo de ti, Lucía, todo el tiempo lo he sabido.”

La conducción del juego no estaba en mis manos. Nunca lo estuvo: saber que Elías era alguien cercano  a mí,  le dio un giro tajante al asunto. Él siempre había tenido el control. 

Entenderás por qué cambié tanto a partir de ese día. Y ahora el asunto está empeorando, Elías –con una voz que no logro identificar - me llama por teléfono para recordarme su propuesta y amenaza.  Me he mantenido en silencio pues no termino de reponerme, el miedo y la sorpresa me atan. No puedo más, ya no sé cómo reaccionar ante esta situación pero tampoco puedo suponerme viviendo el resto de mi vida con  esta zozobra.  Ignoro que será de mí después de este día y por eso es que te he contado todo.  Sólo un favor te pido:  ve por mi madre y llévala a tu casa, tú, como  su hija mayor, sabrás cuidarla y protegerla por si algo malo me ocurriera.  Y por favor, no trates de involucrarte, no pidas auxilio a nadie más, él es capaz de cualquier locura y yo no quiero provocar daños a terceros, más maldiciones para nadie.

No puedo seguir escribiendo más, estoy corta de tiempo y a punto de enloquecer con esta comedia que se volvió drama.  Quisimos ser la fantasía de un hombre y él terminó siendo nuestra pesadilla. Sheila y Elías abrieron las puertas que nos separaban de nuestros monstruos...  Lo siento.  Cometí un error y de alguna manera tendré que solucionarlo. Te llamo mañana.

Ese mismo día en la tarde, Lucía entra en la habitación de un pequeño hotel. 

Un hombre detrás de ella, le ordena callar y no voltear.  Atada, con los ojos cubiertos, y con la desnudez total que Elías exige, Lucía es iniciada en su adiestramiento.  Conoce el delirio y placer por las vías menos imaginadas: el azote, la cera, los toques, la lluvia dorada… 

Al final de la aceptación y ofrenda al amo, éste quita la venda que cubre los ojos de Lucía.  Ella –todavía suspendida en el goce- reconoce el rostro del verdadero Elías. Antes del grito, del llanto por la sorpresa,  recibe una bofetada que reafirma que ella es la esclava y el otro, su amo y dueño. 

 *****

-Sí, todo está bien, te estoy llamando de la oficina.  Fue una broma muy perra de Mateo y otro cuate de él. ¡De verdad!… sí, se pasaron..., pero es una pequeña muestra de lo pinche locos y dañados que estamos los de la generación X. Sí güey, me la creí completa, pero ahorita ya hasta nos queremos ir a celebrar la puntada. 
-Oye, un favor más: ¿podrías quedarte unas semanas con mamá? Es que voy a tomar un curso súper demandante y no voy a tener mucho tiempo para estar con ella.
-¡Perfecto! Yo te llamo después.  ¡Bye!
Luego de colgar el teléfono, Lucía se acerca a Mateo esperando la orden que le toca cumplir ese día.  Lo único que cambia en la hermandad queda bajo la ropa, bajo la piel.

10/10/10

LUCÍA (primera parte)


...la idea de desencadenar algo, cualquier cosa,
me parece oscuramente necesaria.
Julio Cortázar

Te escribo para que me entiendas, para que sepas por qué me urge tu ayuda.  Este lío comenzó cuando Aureliano, un nuevo compañero, llegó a la oficina.  Desde el primer día nos molestó su actitud con las mujeres: se la pasaba invitándonos a salir y alardeaba vulgarmente sobre sus proporciones anatómicas y  habilidades en la cama.

Por eso, y quizás por falta de otras cosas que hacer, se me ocurrió jugarle una broma pesada por internet.  Mateo –como siempre-  festejó mi ocurrencia y de inmediato se agregó a la maquinación virtual que pondría en su lugar al patán.  Desde los tiempos de La Ibero  -Mateo y yo- hemos sido incondicionales  y cómplices en más de una correría, nos hemos ayudado, encubierto, solapado; por eso, los envidiosos de la oficina no tardaron en apodarnos los hermanos.

Bueno, volviendo a lo del tal Aureliano, éste, además de molestarme con sus necias invitaciones, intentó ridiculizarnos a Mateo y a mí, que si éramos unos fresas, que si no me dejaba salir Mateo, que parecíamos una mafia, etcétera, etcétera.  Nos hartó y por eso –con mayor entusiasmo-  decidimos burlarnos de él.

El medio para consumar la broma era internet, pues es la manera ideal para quedar en el anonimato. Hace algún tiempo ingresé yo misma a las listas de cupido.com, ya que Mateo conocía este sitio (acuérdate, es un nerd que sabe muchísimo sobre la red) y me dijo que podría conocer más hombres por esta vía.  Lógicamente, la propuesta de multiplicar mis contactos con miembros del sexo opuesto, me atrajo y decidí modernizarme siguiendo los sabios consejos de mi amigo del alma.  

 Animada por mi recién adquirida experiencia virtual, yo misma incité a Aureliano a registrarse en cupido.com, diciéndole que ahí podría encontrar mujeres con afanes sentimentales o sexuales, y que no le mentía, pues nosotros, los hermanos,  también éramos usuarios y habíamos ligado a muchas personas en ese sitio. Aureliano, feliz y convencido con mi rollo mareador, dejó que lo inscribiéramos, y así, juntos, diseñamos su seudónimo y perfil.
Valga decir, que previamente Mateo había inventado una mujer virtual en dicho sitio: Sheila, veinte años, delgada, ojos celestes, estudiante y buscando un maestro que la iniciara en otros caminos de experimentación erótica, senderos que podrían incluir los juegos del aprendizaje y la obediencia.  Creímos que Aureliano se derretiría con tal estereotipo: bella, joven y dispuesta a ser dirigida en su cachonda primavera sexual. 

Como Mateo hizo el perfil de Sheila me pidió que yo redactara el primer mail para Aureliano.  Y aunque al principio me resistí, pues siento que escribir no es lo mío, lo tuve que hacer pues Mateo dijo que él apoyaría la broma, pero que yo tenía que participar igual que él.  Por lo tanto, redacté el primer mensaje y déjame decirte, que yo misma me sorprendí por lo bien que me salió: ciertamente parecían las palabras de una fue experta en sexo extremo y otras locuras. Hasta Mateo se maravilló por lo bien que me quedó el mensaje y me dijo el muy sangrón: “Lucía, dentro de ti hay talentos muy ocultos que yo desconocía, fíjate, tantos años de conocernos para apenas venir a enterarme de esto”.  

Cuando Aureliano recibió el mail corrió a pedirme mi opinión sobre Sheila. Yo lo felicité: “Ándale, eso es lo que te hacía falta, una cogelona de primer nivel”… pero el pobre me contestó que “ni madres, esa vieja de seguro es puta, quién sabe qué intenciones tendrá”, y con cara de susto recurrió a una amplia gama de excusas para no enfrentar sus deseos y limitaciones.  Yo me di por satisfecha con semejante reacción del  falso machín,  y comprendí la sabiduría del dicho aquel de “perro que ladra, no muerde”.  Más tarde, Mateo y yo,  nos reímos a morir con la anécdota del  recatado Aureliano.

Aquí esta historia debería haber terminado,  pero no fue así.

Sheila, desde el día de su nacimiento, recibió infinidad de mensajes que fuimos leyendo puntualmente. Animados constatábamos el alboroto y lujuria que provocaba nuestra mujer virtual.  La mayoría de los que escribían se definían como “máquinas sexuales” y dejaban su teléfono y dirección para que Sheila los buscara, es decir, se esforzaban poco, evidenciando sus ansias por fornicar rápido, barato y sin complicaciones emocionales.  A estas alturas, lo de Aureliano quedó atrás, Sheila ya tenía existencia propia -y al parecer-, tenía más éxito que nosotros mismos en las listas del sitio electrónico.   A mí, me escribían algunos, pero eran tan aburridos que pocas veces les contestaba; en el caso de Mateo, ni que hablar, él tan especial, tan raro con las mujeres (más de una vez, llegué a pensar que a lo mejor le gustaban los hombres), pues de plano no hacía click con ninguna de las que le escribían. 

       En ese contexto fue que apareció Elías Espejel.

Desde su primer mensaje nos impactó por el tipo de lenguaje utilizado, -mezcla de cultura y perversión- que dejaba entrever una sórdida propuesta, Elías si entendió lo de búsqueda de un “maestro” (tú sabes, dominación, sumisión, amos, esclavas) y se presentaba como un especialista en esta categoría sexual.  Y para que te des una idea, lee este correo suyo:
“Quiero aclararte que no estoy dispuesto a engaños.  En tu perfil señalas que buscas un ‘maestro’ y yo lo soy, pero necesito que me confirmes el tipo de sumisa que eres tú.  Mi concepto de dominación es que ésta se encuentra en la correcta disciplina administrada en los momentos adecuados.  Aunque te estoy diciendo que jugarías un papel dócil, no lo harías porque seas débil o estúpida, todo lo contrario, te entregarías a mí por fuerza y orgullo.  Tal vez te estás preguntando qué me lleva a decirte todo esto.  Todos deseamos algo más, nuestras búsquedas son por la necesidad de algo más, y tú y yo lo reconocemos sin vergüenza alguna. Seré tu instructor y comprenderás que el dolor no es el fin, sino el medio para la purificación.  Hemos iniciado el juego.”

Cuando terminamos de leer, sentí que algo se había instalado dentro de mí, algo subterráneo y oscuro que me hacía presentir y desear el nacimiento de otro tipo de juego. Este deseo por aquello que golpeara mi cotidianidad, logró erizarme tanto, que -con pena-  pretexté ir al baño para que Mateo no se percatara de las huellas de la excitación bajo mi blusa.

Y sí, yo comencé la broma –como dice la canción- pero no imaginé  lo que iba a pasar.  Cuando apareció Espejel también se evidenció la fragilidad de nuestro vínculo: si  dejaba de escribir dos o tres días, nos poníamos de mal humor, no había tema de conversación, es más, nos dábamos cuenta que ni éramos tan  buenas personas, la mezquindad y los desencuentros se sucedían frecuentemente.  Y si al principio me negué, ahora me peleaba con Mateo por ser yo la que le escribiera los mails a  Espejel.  Lo que ahora nos unía era esa pulsión por el mundo extraño, ajeno y peligroso que insinuaba Elías.

            Mi mayor ilusión era llegar y encontrar un correo suyo. Apresurada, procuraba llegar antes que Mateo a la oficina, para -a solas- poder deleitarme con los textos de Espejel.  Me fascinaba, pues además de revelarme cuestiones no conocidas, también parecía ir adivinando mis reacciones frente a la pantalla.  Por ejemplo, lee este otro mensaje.

               “Sheila, ¿tu cuerpo sufre escalofríos cuando me lees?  Aunque lo niegues, yo sé que es así…  que enardeces con cada palabra mía, ahora mismo presiento la humedad, el calor, las erecciones en tu cuerpo.  A través de tus mensajes me has dado la impresión de que eres una hembra cansada de fingir ser normal en el aspecto sexual; necesitas quien te indique qué hacer y cómo hacerlo, eres una hembra acercándose a su verdadera naturaleza y destino: ser poseída sin miramiento alguno.  Es tu momento para dejar de ocultarte y afrontar tu destino.
        Sin importar si tienes experiencia previa o no, deberás estar dispuesta a someterte a un adiestramiento estricto, con el cual modificaré tu conducta a mi gusto.”
Yo sé que cualquier otra gente se habría retirado de este juego inmediatamente. Él mismo Mateo me decía que  abandonáramos esto, que podía volverse peligroso.  Pero yo me negué. Siempre me he considerado una jugadora, una especialista en el juego: sabía arriesgarme pero también retirarme a tiempo.  Lo de Espejel no iba a ser la excepción, él me divertía, por lo que  seguiría retozando un rato y cuando dejara de estimularme, ¡zas!, cerraría esta dirección electrónica y asunto terminado. 

Continuará...

25/9/10

HISTERIA DE UN AMOR


Ella era la cola de un cometa, la aguja encontrada en el pajar, dieciocho septiembres. Y yo que le buscaba el pesebre prometido, siendo un pobre puberto tardío que no tenía para el motel, a disposición estaban la azotea desocupada, la oscura y solitaria escalera, el negro cine porno del barrio, la covacha de la vecindad, el vestidor del balneario en Oaxtepec, los baños de la escuela; y por calentarla tanto hasta que ardiera, se la tragó la tierra, ahhh esas piernas largas como sables carnales que le salían de esas anchas caderas y redondas nalgas.
Se me fue viva antes de llegar más adentro que los dedos y la lengua, me dejó sin pistas de por medio, llevándose aquello tan precioso y tan preciado lejos de mí. Para soportar aquel caliente dolor de su pérdida perdición, solo y con la diestra, las noches en vela me la simulaban, pienso en los pequeños senos en flor, en su breve talle, la boquita de botón y esos ojos orientales de fábula embrujada. Como olvidarla así, vuelto loco.
Un par de años pasaron, tiempos de carta de pasante, en esas de buscar trabajo andaba, cuando supe de ella por lenguas de la mala envidia y la peor labia; yo no conocía de putas más que por habladas. Que de hasta con tres a la vez con sus penetraciones juntas podía y además quería, la santísima trinidad del diablo: oralvaginalanal. Que se bañaba en leches de machos que ella misma ordeñaba a puño y lengua.  Que en el lupanar en que reinaba se hallaba presta y sin ropa íntima bajo la ropa de encima. Que más adentro, en los salones privados, andaba nada más con el perfume propio y la piel expuesta y que hasta equinos le llevaban para saciarla. Se había vuelto legendaria, perversamente pervertida.
¡Pinche destino, maldita sea!, rabia de mil perros, se vinieron las noches de las pesadillas interminables en que un trío de burros del demonio le ocupaban las humedades en orgias eternas. Tenía que ir hasta el quinto puerto del inframundo en que supe de sus dominios a comprobarlo, a exigirle lo que aún no me daba y a  matarla, o a rogarle.
Qué ironía, ahora, había que hacer fila y pagar entrada ¡qué jodido!. Ahí apareció en la pista, anunciada como el animal más alto de la noche, sublime puta celestialmente bella y sensual hasta los aullidos, su piel eléctrica iluminaba más allá de la última mesa, esperé tras el penúltimo imbécil con boleto que le pasó encima y llegado el turno en el privado, después de tantearme y de saberme, de agarrarnos a gritos, a insultos altisonantes, a sombrerazos y luego a besos desesperados, nos fugamos de la mano a parar ante el altar de los baños públicos “Opera Prima”, ahí fue el amor sin barreras y sin látex, con la elegida; la preferida de dios conmigo un día domingo, cabalgamos a pelo en la banca del sauna, entre nubes de un cielo verdadero, su mágica vagina me masticaba, era la gloria, tuve en mis manos su cuello y su vida, pero esos ojos de almendra y esa boca abierta me lo impidieron cuando juntos nos venimos, la amaba más allá del más allá. No podía tratarse solo de una baja pasión.
Se me fue viva, daños colaterales menores, raspones en las rodillas, altos perjuicios en el alma, lloramos, lloré por su amor, lloró por su vida.
La última vez fue hace tan solo quince septiembres, después de perderle la pista en que patinaba, dio la casualidad y coincidimos de frente en un parque de las calles de la Colonia Roma, solo más vieja, igual de buena y de perversa, le habían brotado tetas. Me reconoció, pero ni un chinga tu madre, indiferencia, más que odio. A pesar de la gente que aún pululaba y de la luz del arbotante que lo presenció todo, ahí mismo nos tiramos en el pasto y nos revolcamos mudos hasta sacarnos los gritos y los tuétanos. No podía dejar pasar otra ocasión como esa, solo porque no hubiese donde. Alguien aplaudió.
Como olvidarla, si fue mi tango en el fango, si desde que fue mía o fui suyo,  no se me quitan las recurrentes  infecciones. Los calambres y la inflamación de genitales de estas crónicas masturbantes, siempre serán mi castigo, ni como pedirle perdón, a la maldita maldición de toda su maldá.

10/9/10

ANGELES, INVISIBLE

Todo en contra, a deshoras y en día de asueto, extraño era tanto amor a la chamba, como para pasar el domingo en la oficina, pero ahí estábamos dándole duro. Era de medianoche cuando llegó la parvada; doña Martha la hermana del Director, su hijo Mariano con la novia y también Gina la asistente. "Coitos interruptus", quedaste en cuclillas y encuerada tras la cortina del baño, respirando lento y con la boca abierta para no hacer ruido, con la ropa recogida y estrujada entre las chiches y los muslos, ahí pasarías un buen rato congelada. Actuamos rápido por presentimiento, por la adrenalina, alertas, con el oído afinado y el instinto de salvación.

Apenas te ocultaste, tiraron la puerta, no venían armados, pero lo parecía, me encontraron como marcando un número en el teléfono, sentado con la espalda y la nuca en el sillón del escritorio, de manera poco ortodoxa, como quién lleva mucho tiempo ahí y se va escurriendo; ni buenas noches dijeron.

Mariano rastreaba bajo el escritorio, como buscándote en mi bragueta, hurgó en los otros despachos, olfateó en la cocineta, husmeó los closets de papelería, aleteó por el archivo muerto y por el área de copiado, pero nunca se le ocurrió revisar tras la cortina; hasta entró a mear a donde estabas.

Mientras ellas me miraban inquisidoramente a los ojos que entrecerré -¿alguien daría el pitazo?-, me sudó, pero estoico me hice güey, observaron que traía zafados los zapatos pero no dijeron nada y antes de que preguntaran colgué el teléfono, me calce, les dije que hasta el lunes y me lancé a la calle, escaleras afuera.
Adultos jugando a las estatuas de marfil y a las escondidas.

Entiendo tu enojo pero tenía que esperar a que se fueran, desde luego que iba a regresar por ti ¿tienes hambre?, se me hizo engrudo y nudo el atole atorado en el pescuezo del pescuezo, ese semen que ya no tuvo porvenir.

Seguro algún vecino en vigilia dió la voz, creo que además nos delató tu olor. Oda a tu invisibilidad y a tu silencio de fantasma en celo, de todos y uno por uno de mis respetos…




Entonces, fue cuando atravesaste la pared y me dejaste hablando solo, y sin habla.

5/9/10

SOL BRAVA


La pista era demasiado estrecha, tanto que colindaba con las mesas. Las bailarinas tenían que hacer verdaderos prodigios de coordinación para girar en el tubo sin patear las botellas de los parroquianos o de patear los cacahuates con que los meseros del Joker´s acompañaban cada cerveza.

Como en el lugar también ofrecían comida a tres tiempos, no era inusual que los oficinistas que ahí concurrían comieran su sopa de habas o su milanesa con papas a pocos centímetros de un coño fragante y expuesto.

Sin embargo, esta cercanía entre el alimento del cuerpo y el del alma daba pie a los más diversos chascarrillos y confusiones. Algunas teiboleras cábulas no dudaban en tomar los cubiertos de los comensales para restregarlos en sus humedades y devolvérselos al azorado, y no pocas veces, encantado, cliente. “Para que le agarres sabor, papito”, decían.

Sin embargo, la más jocosa ocasión de todas fue cuando una coreógrafa de tanga, especialmente efusiva, se acercó a una mesa en donde varios burócratas degustaban un kilo de arrachera y robó una de las cervezas. Sin dudarlo, metió el cuello de la botella dentro de sus intimidades, y se hizo una masturbación que pronto mereció el aplauso del respetable. Luego de algunas contracciones, la ya aletargada dancer tendió la botella al cliente, mirándolo agradecida, como se observa a algún amante esforzado.

 − Gracias, papito.

− ¿Cuál gracias, cabrona? − contestó el otro, tirando en envase al piso− ¿Y ahora quién putas me repone mi chela?

31/8/10

EXPEDIENTE BICHOS


Para efectos de no decir los nombres y lugares reales, a la primera victima, llamémosle, , la encontraron sacrificada en el Jardín del Edén; noches después, aparecieron los restos engullidos de La Luciérnaga con su luminoso trasero, la descubrieron a las orillas del Bella Muerte, siguió el hallazgo de La Mariposa Technicolor que apareció violada despiadadamente por los ojos, la saña brutal delataba la desilusión por una presa hermafrodita, también en las cercanías de El Templo, el cadáver reseco de fluidos de La Mantis Religiosa, se sospechó asesinada antes de poderse defender del Monstruo con su Fe, pasaron por las armas La Cigarra Madre y La Garrapata Trepadora, la desquiciada Bestia siguió con La Araña Real de hermosas medias escarlata, alcanzando hasta La Novata y Bella Catarina que pasó por sus garras de forma terrible. Tarde se supo que el Animal le sacaba la vuelta a La banda de las Cucarachas, pues estás no tenían caducidad y así, fueron inmunes.

En tanto, el pavor invadía los tugurios y las latas de sardina del basurero, desolación, extinción, holocausto.

La forma de atacar era la misma, emblemática, selectiva; Hembras, de buen ver y de mejor brillar, solas y desbalagadas, en un ritual habitual ensalivaba los cuerpos completamente, todo indicaba que seguiría La Abeja Reyna, El Panal lucía con pocos zánganos y poca miel, pero al igual que La Cintura de La Avispa, no tardaría en caer, pues no había compasión en los ojos de gargajo y sangre del Depredador, ni temor de ningún dios, ni sentimientos ni arrepentimientos, impune, alevoso y ruin, babeante y erecto, esperaba acosador y muerto de hambre a sus presas, cínico les saltaba encima, como si cada muerte lenta o precoz fuera un juego, de noche y de día, ávido y adicto de muerte, en el coito circuito de su mente en cacería, no tenía llenadera.

Fue una suerte negra de crímenes de antología que terminó paulatinamente, dicen, que de pronto el Engendro supo que estaba equivocado de vocación y que lamiéndose el Chilito hasta acabárselo, fue que de poco a poquito se curó de hacer el mal, tanto, que hasta las peores Moscas Arrabaleras, le hacían burla aterrizando en sus orejas y hocico, sin el menor temor.

Tiempos de paz al cabo de una decena de lunas llenas, la leyenda llegó a su fin, el memorable asesino serial de los bellos bichos, terminaba su perra vida de una mala digestión, sus viejas Pulgas abandonaron el pestilente casco sin llorar. Dos millones de Hormigas de La Guardia Roja, tomaron por asalto El Cuchitril.

29/8/10

USTED


Daniel manejaba despacio por la sinuosa carretera a Cuernavaca. El silencio instalado entre Paula y él era acompañado por las voces que salían del radio de transistores que ella llevaba entre las manos “Usted llenó mi vida de dulces inquietudes y amargos desengaños…”

Paula lloraba en silencio luego de la última discusión que habían tenido. No podía entender como Daniel se negaba a casarse con ella. Con ella que le había mostrado cuanto lo amaba. Y la gente no dejaba de criticarla por todo: porque vivía sola en México, porque trabajaba fuera de su casa como maestra, porque tenía veinte años y no había conseguido casarse todavía, porque su novio, el profesorcillo ese, sólo se estaba burlando de ella.

Para hablar sobre su relación habían planeado ese viaje de fin de semana a Cuernavaca. Para discutir lo del matrimonio y tomar una decisión definitiva al respecto. Y ahí iban, Daniel, incómodo y presionado y Paula, angustiada e insegura. Daniel no estaba convencido de querer compartir su vida con una mujer tan obsesiva como su novia, él era de temperamento más bien tímido y calmado y no entendía que la vida pudiera vivirse como un relámpago, como una flama eterna de pasión. Porque así era Paula, algo neurótica y febril. Y eso no era bien visto por su familia. Su madre deseaba una nuera dócil y Paula no parecía corresponder a su expectativa… y la opinión de su madre era fundamental para él, estuviera o no de acuerdo. De pronto se sentía hastiado de estar lidiando permanentemente con dos mujeres tan caprichosas y necias. Parecía que lo perseguía un destino siniestro con las mujeres.


Por eso suspiró tranquilo cuando llegaron a la cabaña en Cuernavaca. El silencio se resolvía por cuestiones prácticas como llegar e instalarse en el lugar. Después de un rato parecieron olvidar sus rencillas al reencontrarse en el beso que buscaba prolongarse por toda la noche. En eso estaban cuando tocaron la puerta fuertemente. Los dos saltaron. ¿Quién podría ser? ¿quién sabía que ellos estaban en ese lugar?
Al abrir la puerta apareció el rostro descompuesto de la madre de Daniel. Rostro fúrico que más que de una madre parecía el de una amante traicionada.
Loca de rabia se abalanzó a abofetear a Paula mientras la calificaba de ser una seductora y perdida. Daniel, quieto e inmóvil observaba la escena como si no le incumbiera, lo cual exacerbó los ánimos de Paula y su madre. ¿Cómo era posible que no tomara partido y defendiera a alguna de ellas? ¿Cómo era posible que las dejara solas pidiéndoles que conversaran y se calmaran? Daniel sólo sonrío y les pidió que intentaran hablar como amigas pues pronto serían familia. Paula feliz brincó a sus brazos y lo llenó de besos ante el desconsuelo absoluto de su futura suegra. Daniel les pidió intentaran conciliar sus diferencias en lo que él iba al pueblo más cercano por algunos víveres que faltaban para preparar la cena de celebración.

Minutos después que Daniel saliera de la cabaña las únicas palabras que existieron fueron las que gritaron dos mujeres que nunca entendieron el engaño mientras el fuego devoraba esa cabaña sellada.



Daniel va silbando tranquilo, contento. El que es tan poco expresivo se atreve a ser feliz. Prende la radio de Paula y vuelve a escuchar la canción de moda que ahora por primera vez le dice algo:“Usted es la culpable de todas mis angustias y todos mis quebrantos… su amor es como un grito que llevo aquí en mi alma y aquí en mi corazón… usted me desespera, me mata, me enloquece…”