Convoco
a los monstruos y los faunos
del
mundo oscuro de mi sexo,
despierto
su maquinaria
y
me entrego a sus flirteos.
En
mi mente los veo
jadeantes
y convexos,
comienza
el estremecimiento:
una
alumna con su maestro,
los
hermanos ocultos en un lecho,
una
adolescente y un abuelo,
en
una oficina, más encuentros…
Violencia,
obsesión, deseos,
de
la inocencia sexual al desenfreno,
una
niña y un negro inmenso
hacen
el amor contándose un cuento…
Un
hombre y su amigo
ocupan
mi cuerpo,
en
mí se encuentran,
yo
desaparezco.
Me
seduzco en un espejo,
carne
y más carne es su reflejo,
a
otra mujer me ofrezco,
un
falo, testigo y complemento.
Me
sacude así, mi entrepierna…
despierta
y temblorosa se queja,
¡tu
placer, tu placer me desespera!
me
llena, me pone en peligro,
me
alimenta.
¡mi
pene, mi diestra!
Ya
no respiro…
llega
la paz, estoy muerta,
felizmente
muerta,
y regreso a mis tareas.
SOLEDAD ACIRIHCA